Pedro Snchez defiende los indultos frente a las crticas: « Ayudar a resolver el problema no supone un coste »

La fractura interna en el PSOE, el temor a un « desgaste » electoral y el ataque de la oposicin no frenan la conviccin del presidente del Gobierno.
El presidente del Gobierno sigue convencido en su propsito de conceder el indulto a los lderes del procs. Una decisin que est pendiente de que el Ministerio de Justicia eleve los informes al Consejo de Ministros y que se prev pueda tomarse a finales de junio o principios de julio. Pedro Snchez, y su equipo, est decidido a asumir el coste y el « desgaste » de una decisin que no slo ha dado municin a la oposicin, sino que ha fracturado al PSOE. « Ayudar a resolver el problema no supone un coste; el coste sera dejar las cosas como estn, enquistadas ». En el partido, no obstante, hay divisin y en sectores del mismo creen que habr coste.
Desde hace semanas, los miembros del Gobierno estn inmersos en un trabajo que consideran pedaggico para trasladar a la sociedad el mensaje de « naturalizar » los indultos a los polticos catalanes presos. Y eso implica que segn pasan los das, el presidente del Gobierno y los ministros hablen ya sin tapujos de los indultos. As lo ha hecho Snchez en su comparecencia tras la cumbre hispano-polaca celebrada en Alcal de Henares.
« La decisin que va a tomar el Gobierno ser una decisin que nos permita transitar de un mal pasado a un futuro mejor que se tiene que construir con las palabras concordia, convivencia, reconciliacin primero entre los catalanes y entre los catalanes y los espaoles », ha expuesto el jefe del Ejecutivo.
Snchez abandera en primera persona la decisin. Tanto en La Moncloa como en su ncleo duro en el PSOE saben que se trata de una decisin de calada, con consecuencias, incluso entre su propio electorado. Pero el Gobierno cree que es el momento de tomar decisiones, « no estar de brazos cruzados », justifican en La Moncloa.
« El Gobierno, el Consejo de Ministros, abordar esta cuestin una vez escuchadas todas las partes. Lo vamos a hacer siempre en conciencia y siempre no pensando tanto en los afectados [los lderes del procs en prisin] como en los millones de catalanes y de ciudadanos del conjunto del pas que queremos construir convivencia », ha sido su reflexin, en una comparecencia junto al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Enfra la mesa de dilogo
Los indultos, no obstante, es slo una piedra sobre la que pivota el plan del Gobierno de « normalizar » las relaciones con Catalua. Otra es la reactivacin de la mesa del dilogo con la Generalitat. La Moncloa est decidida a reemprenderlo, pero deja la pelota en el tejado del Govern, sobre todo para constatar si ERC y Junts son capaces de llegar a un entendimiento sobre los asuntos que tratar.
« Primero, reunin con Pere Aragons [presidente electo de la Generalitat] y luego habr tiempo para reunirnos no una, si no muchas veces », ha expuesto Snchez, que, adems, trata de rebajar la importancia de esta reunin acompasndola con que an debe recibir tambin en La Moncloa a Isabel Daz Ayuso, tras ganar las elecciones en la Comunidad de Madrid. Snchez no se ha pronunciado sobre la exigencia de ERC de que Oriol Junqueras est en la mesa de negociacin.
En el Ejecutivo central saban y esperaban una puesta en escena y una exaltacin del independentismo en estas semanas. Pero tambin exponen que si no levantan el pie del acelerador (Pere Aragons, nuevo ‘president’, ha exigido « autodeterminacin y amnista ») no ser posible el dilogo. Y ah es donde en el seno del Gobierno muestran sus dudas de que Junts permita aflojar a ERC. « Ellos quieren algo que no les vamos a dar y pblicamente no se conforman con los que le damos. Pero ambas partes sabemos que no se puede estar todo el rato en tesis maximalistas si se quiere llegar a acuerdos », sealan desde el Gobierno.
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